Sin memoria no hay recuerdos ni pasado. La memoria es el banco que retiene y guarda los recuerdos como imágenes, sonidos y olores.
Uno de los estudiosos de la memoria, Daniel Schater, profesor de psicología de la Universidad de Harvard y especialista en neuropsicología, utilizó técnicas de neuroimagen y experimentos para conocer y analizar más los misterios que encierran el cerebro y la memoria.
En su libro “Los siete pecados de la memoria”, expone que la memoria no es tan fiable cuando lo que intentamos recordar son los detalles de lo que ha sucedido hace tiempo. Además, señala que existen ciertas fallas adaptativas que ponen en evidencia por qué recordamos lo que recordamos.
La página depsicología.com recoge cuáles son estas siete fallas o pecados.
1. La memoria se debilita con el paso del tiempo - A mayor uso de la memoria, del conocimiento y de la experiencia mejor será el grado de memoria. Lo que no se usa se va perdiendo. En el cerebro normal, la curva del olvido registra cómo -dentro de las 8 horas posteriores al suceso- el cerebro borra el 80% de los sucesos.
2. La distracción - Si nos presentan a alguien y no prestamos atención no podremos recordar su nombre. El grado de interés es importante en la atención y esto repercute en el recuerdo.
3. El bloqueo o “ Lo tengo en la punta de la lengua” - ¿Cuantas veces nos ha sucedido que queremos recordar algo y en ese momento es imposible?. En estos casos lo mejor no empeñarse en recordar. Es mejor relajar la mente y tratar de relacionar episodios o recuerdos asociados a aquello que deseamos recordar. Seguramente cuando menos lo esperes el recuerdo vendrá solo.
4. Recordamos algo, pero alteramos los detalles (que nuestro cerebro rellena para dar coherencia). Es esto de “recordar el hecho pero alterar el orden, la fuente etc”. Por ejemplo asociar una secuencia de hechos en la escena de un crimen a una persona, que quizás no tuvo nada que ver pero estaba allí o hizo algo que nos resultó extraño.
5. La sugestión: Un recuerdo puede ser modificado, alterado o manipulado por personas hábiles, haciendo que recordemos cosas inexistentes o logrando asociaciones de hechos falsas pero que llegamos a recordar como ciertas.
6. Lo que creemos nos condiciona - Nuestras experiencias, conocimientos y creencias actuales pueden afectar el recuerdo original que tuvimos. Tendemos a adaptar el pasado a lo que ahora creemos.
7. Dificultad para olvidar hechos traumáticos - Tenemos una tendencia a repetir mentalmente los sucesos traumáticos,. De tal forma que nuestra memoria los graba con todo lujo de detalles. En trastornos como el estrés postraumático, la rememoración de experiencias es parte fundamental del desarrollo del trastorno
Uno de los estudiosos de la memoria, Daniel Schater, profesor de psicología de la Universidad de Harvard y especialista en neuropsicología, utilizó técnicas de neuroimagen y experimentos para conocer y analizar más los misterios que encierran el cerebro y la memoria.
En su libro “Los siete pecados de la memoria”, expone que la memoria no es tan fiable cuando lo que intentamos recordar son los detalles de lo que ha sucedido hace tiempo. Además, señala que existen ciertas fallas adaptativas que ponen en evidencia por qué recordamos lo que recordamos.
La página depsicología.com recoge cuáles son estas siete fallas o pecados.
1. La memoria se debilita con el paso del tiempo - A mayor uso de la memoria, del conocimiento y de la experiencia mejor será el grado de memoria. Lo que no se usa se va perdiendo. En el cerebro normal, la curva del olvido registra cómo -dentro de las 8 horas posteriores al suceso- el cerebro borra el 80% de los sucesos.
2. La distracción - Si nos presentan a alguien y no prestamos atención no podremos recordar su nombre. El grado de interés es importante en la atención y esto repercute en el recuerdo.
3. El bloqueo o “ Lo tengo en la punta de la lengua” - ¿Cuantas veces nos ha sucedido que queremos recordar algo y en ese momento es imposible?. En estos casos lo mejor no empeñarse en recordar. Es mejor relajar la mente y tratar de relacionar episodios o recuerdos asociados a aquello que deseamos recordar. Seguramente cuando menos lo esperes el recuerdo vendrá solo.
4. Recordamos algo, pero alteramos los detalles (que nuestro cerebro rellena para dar coherencia). Es esto de “recordar el hecho pero alterar el orden, la fuente etc”. Por ejemplo asociar una secuencia de hechos en la escena de un crimen a una persona, que quizás no tuvo nada que ver pero estaba allí o hizo algo que nos resultó extraño.
5. La sugestión: Un recuerdo puede ser modificado, alterado o manipulado por personas hábiles, haciendo que recordemos cosas inexistentes o logrando asociaciones de hechos falsas pero que llegamos a recordar como ciertas.
6. Lo que creemos nos condiciona - Nuestras experiencias, conocimientos y creencias actuales pueden afectar el recuerdo original que tuvimos. Tendemos a adaptar el pasado a lo que ahora creemos.
7. Dificultad para olvidar hechos traumáticos - Tenemos una tendencia a repetir mentalmente los sucesos traumáticos,. De tal forma que nuestra memoria los graba con todo lujo de detalles. En trastornos como el estrés postraumático, la rememoración de experiencias es parte fundamental del desarrollo del trastorno
http://www.elnuevodia.com
5/12/2010
5/12/2010